y poco a poco nos fuimos alejando, sin que quisiéramos... 

Nos alejamos como si el viento nos arrastrara a cada uno en una dirección.

Nos quedamos mirando, como desaparecíamos entre la gente idiota, gente que envidiaba, que envidia que alguien sea feliz, gente de esa que va con sonrisas falsas por la vida, para que el resto de la gente crea que es mas feliz que tú.   Cuando doblamos la esquina, dejamos de vernos por completo, parecía que habias desaparecido, que te habias ido a otro planeta, que no existías.

Un dia, nos volvimos a encontrar, ni te reconoci... eras otra persona, completamente diferente, habias perdido ese encanto...

Ese algo había desaparecido, me dieron ganas de darte una bofetada para ver dónde habias metido cada uno de tus encantos. A los que tú llamaste defectos. Encantos para mí. Ahora tú pensabas que eras perfecto, bonitos ojos, buen cuerpo, chico simpático, pelo perfecto, etc.

 Para mí habías dejado de ser tú, eras uno mas de esta mierda de sociedad, te habias convertido en una persona mas de esa gente idiota que solo quiere aparentar, de esa a la que le importa muchisimo lo que digan los demas. A la que le importaba que fuera demasiado niña, demasiado cabezota, a la que le importaba que fuerza diferente, a la que le importaba que en realidad, no podia ser como yo, como nosotros antes, la que no podia ser feliz, la que cree que ser feliz es tener una sonrisa, y no sabe que no, que al contrario, ser feliz es tener tus altibajos, estar triste, y que luego te den una alegría, para que luego sepas de verdad lo que es estar feliz, ya no eras tú. Ahí lo dejo.